Turismo
El turismo matemático gana
adeptos
Proliferan propuestas
didácticas y de ocio para descubrir todas las matemáticas que esconden
ciudades, monumentos y obras de arte
Las
flores, las espirales y las curvas a modo de estrella del suelo del paseo de
Gràcia se configuran por simetrías planas de tres esquinas alternas de los seis
vértices de la baldosa (Jordi Belver).
Si ha
caminado por el paseo de Gràcia, seguro que se habrá fijado en el suelo y habrá
admirado la belleza del enlosado. A poco que sea aficionado al arte, sabrá que
es fruto de la combinación de una baldosa creada por Antonio Gaudí. Puede que
también haya observado que es hexagonal. Pero quizá no haya reparado en que las
flores, espirales dinámicas y seis curvas a modo de estrella que se ven en el
mosaico que pisa se configuran por simetrías planas de tres esquinas alternas
de los seis vértices de la baldosa, mediante ejes de giro de orden 3 (al girar
alrededor del centro, la figura coincide 3 veces consigo misma) y un ángulo de
120º. Esa mirada extra es la que propone el turismo matemático, una
actividad que está ganando adeptos en todo el mundo, que ha salido de los
circuitos académicos y comienza a despuntar en España.
“Las
matemáticas están en todas partes, sólo hay que verlas, y son un valor añadido,
un disfrute adicional, cuando visitas un lugar u observas una obra de arte”,
asegura Ángel Requena, profesor
de matemáticas que lleva toda la vida aplicando esa mirada matemática en sus
viajes y que desde hace nueve años difunde lo que observa en el blog Turismo
matemático. Recreando la belleza donde es posible encontrar más de 900
lugares de Europa, Centroamérica y Asia donde practicar este tipo de turismo.
Conocer el esfuerzo matemático –punto de fuga, simetrías, reflejos...– que
supuso para Velázquez retratarse dentro de Las meninas, que el caballo
de la estatua de Felipe IV de la plaza de Oriente de Madrid mantiene las patas
delanteras en el aire gracias a los cálculos que realizó el mismísimo Galileo,
o visitar el lugar, junto al castillo de Montjuïc, donde se tomaron las medidas
del meridiano para fijar la extensión del metro, la base del sistema métrico decimal,
son algunas de sus propuestas.
“Las matemáticas están en todas partes, sólo hay que
verlas, y son un valor añadido, un disfrute adicional, cuando visitas un lugar
u observas una obra de arte”.
Ángel Requena, profesor de Matemáticas.
Álvaro Martínez Sevilla, profesor de Álgebra de la
Universidad de Granada, es otro de los impulsores del turismo matemático en
España. Acaba de publicar Paseos matemáticos por Granada (EUG), un
estudio profundo de la relación entre las matemáticas, la arquitectura y el
arte de la ciudad andaluza donde con dibujos y presentaciones digitales
superpone una capa de conocimientos matemáticos sobre algunos de sus edificios
y lugares emblemáticos. Ahora prepara una versión para móvil que facilite tanto
visitas virtuales desde casa como vídeos descriptivos para entender el
monumento cuando se está delante.
“El
turismo matemático es una modalidad del turismo científico que se ha abierto
paso en lugares como Reino Unido (el divulgador Marcus du Sautoy organiza rutas
en Londres y Oxford) o Italia (Matematica in Città ofrece itinerarios en
Bolzano y Verona) y que comienza a suscitar interés en España porque cada vez
hay más personas interesadas por la ciencia y más turistas a los que se les
quedan cortas las aproximaciones histórico-artísticas cuando viajan y que
quieren una aportación científica cuando visitan monumentos”, explica.
Imágenes
de algunos de los ejemplos recogidos en el libro Paseos Matemáticos por Granada
del profesor de la UGR Álvaro Martínez Sevilla. El análisis del equilibrio de
una estatua ecuestre, el patrón triangular de la fachada de la Casa de los
Tiros, y el punto de apoyo de las dovelas de la puerta Ecce Homo, la más
antigua de la catedral de Granada (Álvaro Martínez).
Y apunta
que el turismo matemático que propone en su guía es una aproximación integral
que facilita un contexto histórico del monumento, una interpretación
histórico-artística y, por último, una capa matemática ya elaborada con los
patrones de diseño, los ejes de simetría, los puntos de apoyo o las referencias
significativas en cada caso.
Durante
los itinerarios guiados –ahora se realizan de forma puntual, pero pronto se
comercializarán como paquete turístico– muestra a los participantes las formas
o detalles con un puntero láser sobre la fachada, pero también a través de una
superposición de los elementos matemáticos sobre la imagen del edificio que ven
en una tableta.
“Cada vez hay más
personas interesadas por la ciencia y más turistas a los que se les quedan
cortas las aproximaciones histórico-artísticas cuando viajan y que quieren una
aportación científica cuando visitan monumentos”.
Álvaro
Martínez Sevilla Profesor de Álgebra de la Universidad de Granada.
Claudia Lázaro,
profesora del Instituto Santa Clara de Santander, miembro de la Federación
Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (Fespm) y coordinadora del
proyecto europeo MoMaTrE —Mobile Math Trails for Europe—. apunta que el turismo
matemático es interdisciplinar porque “trata de integrar las matemáticas en el
ambiente que nos rodea y con otras áreas como la historia, la arquitectura, la
literatura o los personajes que han vivido en cada lugar”. Y subraya que esta
modalidad de turismo abarca proyectos muy ambiciosos, como la guía de paseos
por Granada de Álvaro Martínez o la guía sobre Turismo matemático en Madrid
que elaboró Ángel Requena para el Congreso Iberoamericano de Educación
Matemática celebrado en julio, pero también itinerarios sencillos por entornos
cotidianos para divulgar las matemáticas, apreciar su utilidad,
contextualizarlas y ponerlas en práctica con todo tipo de públicos.
Matemáticas
en la Sagrada Familia. Imágenes del blog de Turismo matemático de Ángel
Requena.
Hay
muchas formas de hacer turismo matemático: descubriendo las matemáticas ocultas
en un edificio (perspectiva, grupos de simetría, fractales...), constatando los
elementos explícitos en una obra de arte (por ejemplo en La escuela de
Atenas, de Rafael),
mostrando la vinculación histórica de los lugares a las matemáticas o los
matemáticos (Cambridge es inseparable de Newton), observando objetos o
instrumentos matemáticos (ábacos, relojes de sol, astrolabios...) o
identificando la matemática en el urbanismo y en objetos cotidianos —pavimentos,
plazas, tejidos, etcétera—.
Desde la
Fespm también se ha impulsado que los profesores de matemáticas apuesten por
los paseos matemáticos como recurso didáctico para despertar el interés de los
alumnos. Este curso ha comenzado a aplicarse en algunos centros el proyecto
MoMaTrE, que pretende identificar los puntos matemáticos de interés en un
recorrido, situarlos sobre un mapa y trasladar después esos paseos a una
aplicación móvil accesible para cualquiera. “Se quiere crear una especie de
Google Maps donde tú pongas el inicio y el final de una ruta, y la aplicación
destaque los elementos matemáticos que encontrarás por el camino”, resume
Lázaro.
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